Instrucciones para una tarde de llovizna en Arequipa

Almorzar en el mercado, como es costumbre. ¿Jugo de rana? WTF!!!
Tarde lluviosa y gris en Ari Quepay, de paseo por las librerías del centro, elegir 20 libros de bolsillo y llevar seis, a 5 soles cada uno: Cortázar, Hesse x 3, Juan Rulfo y Sartre. Seguir buscando infructuosamente La Insoportable Levedad del Ser, de Kundera (libro que me regalaron mucho tiempo después en Iquitos y me pareció insoportablemente aburrido).

Más tarde helado de coco y crema con chocolate (nota: probar el queso helado). Mientras tanto, revisar el mapa rutero de Perú y elegir algunas playas para parar. Ir al casino, abandonar a los pibes en la ruleta, recorrer la peatonal y notar que, salvo por la gente, tiene un aire a ciertas ciudades argentinas, un poco a muchas de ellas.
Masticar una especie de pancho electrónico con queso y mayonesa en Yoguis, y tomar un vasito de refresco de maracuyá. Caminar por las calles aledañas, entrar por algún callejón, sacar fotos nocturnas y sentarse frente a la Plaza de Armas a escribir y leer mientras se termina de hacer de noche, dormitar un ratito reclinada al pie de una arcada. Seguir buscando cosas para hacer en Arequipa. Rescatar a los pibes del casino.